TODOS JUNTOS CREAMOS UN FUTURO MEJOR

"La responsabilidad social se refiere a la actuación socialmente responsable de sus miembros, las actividades de beneficiencia y los compromisos de la empresa con la sociedad en general y, de manera más intensa, con aquellos grupos o parte de la sociedad con que está más en contacto: su ambiente de tarea. La responsabilidad social está orientada hacia la actitud y el comportamiento de la empresa frente a las exigencias sociales derivadas de sus actividades, lo cual implica la evaluación y compensación de los costos sociales que genera la empresa."

martes, 10 de junio de 2008

Entrar en la Senda de la Responsabilidad Social


En todos los países del mundo existe alguien que sabe qué es "Responsabilidad Social Empresaria" (RSE). Es por eso que lo que primero podemos señalar de esta disciplina es su carácter global.Luego se podrá discutir si hablamos de RSE o de RSC (Responsabilidad Social Corporativa), pero como todas las cosas ello también tiene su explicación.¿Cómo surge entonces el concepto de RSE y qué significa? Desde el punto de vista académico existe en general un consenso: la RSE surgió como concepto en la década de 1950, en los Estados Unidos, cuando se habló de ella como RSC vinculada –como dice el especialista español, Josep María Lozano- al surgimiento de la "ética de los negocios".Luego, desde mediados de los 70 y hasta principios de los 80 fue asomando la teoría de la mano del ya fallecido Premio Nobel, Milton Friedman (http://es.wikipedia.org/wiki/Milton_Friedman), y del especialista en ética de los negocios S. Prakash Sethi (http://zicklin.baruch.cuny.edu/faculty/profiles/sethi.html).
Sin embargo, esto no quiere decir que la concepción pública de "una empresa socialmente responsable" sea nueva. En Argentina, por caso, hace exactamente un siglo el Diario La Prensa llevaba adelante "derechos al público relacionamiento" a través de acciones específicas en el campo educativo, social y de la salud.
En el mismo sentido, la petrolera anglo-holandesa Shell incursionaba por la misma época en la relación con su comunidad según contó el consultor Pierre Hupperts en su última visita a la Argentina, en abril de este año.Lo que está claro que "no existía antes" era la teoría que hoy rodea al concepto. Antes nadie hablaba de Stakeholders, de Capital Social y mucho menos de Reporte Social. En cambio hoy, ya hablamos de Multistakeholders, Inversión Socialmente Responsable (ISR) y hasta de Territorios Socialmente Responsables (TSR). De hecho, se comenzó a hablar de RSE para incluir a las Pequeñas y Medianas Empresas (PYMES) que se sentían fuera de esa RSC que nació para las grandes corporaciones.Pero… subamos unas líneas. ¿Todavía no se dijo qué es la RSE? Es que como no existe una visión unívoca resulta una tarea algo compleja y además sería injusto determinarle a AIESEC una definición que debería ser fruto de un consenso interno.
En primer lugar, debemos definir con qué postura quedarnos: la anglosajona o la europeísta (que esbozó su primera definición en 1977 y luego la perfeccionó en 2001 en el ya famoso "Libro Verde" (http://europa.eu/scadplus/leg/es/lvb/n26039.htm
). Incluso también podríamos elegir la postura global, que surgió de la iniciativa de las Naciones Unidas al lanzar el Pacto Global (http://www.pactoglobal.org.ar/content.asp?id=17). Aunque lo cierto es que lo atractivo que tiene la RSE es que al ser una disciplina dinámica nos permite también una cuota de flexibilidad, que hace que esta inserción de la empresa en su entorno social se vuelva más atractiva.Siempre que me preguntan suelo recomendar que la empresa u organización realice una introspección para determinar su sistema actual de valores, ver qué hay, qué falta y cómo mejorarlo. En el IAE le llaman a esto "limpieza ética" y también la consideran esencial para luego definir qué es la RSE.¿Por qué entonces no adoptar un concepto? Porque las coyunturas son dinámicas y los modelos también. Existen, lógicamente, definiciones generalistas que sirven como guía, pero cada empresa, cada organización, debe tratar de encontrar la definición de RSE que la identifique y sobre todo, que le sirva para aplicar desde su lugar en el entorno empresarial y social.Hoy se ha instalado la idea de que "la RSE nace en la mente del Ejecutivo, del CEO o el Presidente de la empresa" sea ésta pequeña, mediana o grande. Y tenemos suerte que así sea. Si el líder no tiene incorporada una conciencia social, todos los esfuerzos serán en vano.Cuando hablamos de Liderazgo en la gestión de RSE, nos referimos básicamente a la capacidad de liderar un proceso de cambio, que comienza siendo interno, y culmina abarcando a toda la cadena de valor con la que la empresa u organización se relaciona.
La construcción de consensos y la apertura al diálogo son claves fundamentales para encarar una estrategia de Responsabilidad Social que incluya a todos los públicos con los que una compañía se relaciona.Y es justamente en esta senda en la que se encuentra hoy la RSE en la Argentina. Avanza en el diálogo, la construcción de consensos y la unidad entre los distintos actores y sectores para que la misión y visión de los negocios adquieran una base de sostenibilidad y desarrollo para generaciones futuras. Y sí, claro que aún resta mucho por andar.De todos modos, el gran desafío siguen siendo las PYMES que en los últimos tres años se han unido como nunca antes a esta senda de construcción de una mirada más social y humana de la realidad. En este punto, las grandes empresas tienen mucho que ver, ya que son –y algunas aún deben ser- las facilitadoras de un proceso de inserción que para el pequeño y mediano empresario no es sencillo (http://es.youtube.com/watch?v=i9NrHD_puR8)
. Como corolario, aparece la sociedad que queda a mitad de camino entre las empresas y las organizaciones sociales. La construcción de una Ciudadanía Responsable aparece como un elemento indisoluble hacia la construcción de una cultura de responsabilidad social que, en definitiva, es hacia donde nos dirige esta senda.


Lic. Fernando Legrand
Editor Periodístico de RSE Online
y Coordinador Académico de CapacitaRSE

7 comentarios:

Florencia Chiple dijo...

Felicitaciones Fernando por el articulo! Es muy interesante! Comparto todo lo que decis y me gustaría agregar que, si bien la conciencia social debe estar instalada en la mente del CEO de una empresa, esa conciencia también debe extenderse al resto de sus empleados para así mantener una línea de acción conjunta y generar nuevas ideas y formas de relacionarse con la comunidad. A su vez, me resulta importante fomentar la importancia de la RSE entre los jovenes puesto que el día de mañana serán ellos quienes tomen las decisiones de encauzar el rumbo empresarial por una senda reponsable.
Saludos!!

Tobias dijo...

La primera vez que escuché el concepto de Responsabilidad Social Empresaria fue el día que me convertí en miembro de AIESEC Córdoba. Por entonces, el comité estaba trabajando arduamente en un proyecto alineado al que actualmente desarrolla “Buenos Aires, Buenas acciones”. Inmediatamente comencé a investigar sobre la temática, y tal como insinúa el Lic. Legrand, fueron interminables las definiciones que encontré al respecto. Sin embargo, al día de hoy, persiste en mi cabeza una inquietud respecto al alcance que tiene el concepto básico de RSE. Citando el texto original, Cuando hablamos de Liderazgo en la gestión de RSE, nos referimos básicamente a la capacidad de liderar un proceso de cambio, que comienza siendo interno, y culmina abarcando a toda la cadena de valor con la que la empresa u organización se relaciona, ahora bien, la pregunta que me inquieta es cual será la mentalidad con la que se encara dicho proceso, ¿será la maximización del beneficio de la empresa? Pensando en esta tanto para el corto como el largo plazo, o ¿va mas allá del interés propio y de cualquier beneficio directo que pueda recibir la empresa? A mi entender, si se piensa en la RSE como un instrumento para inculcar la maximización de las ganancias en el largo plazo, provocando esto la necesidad de actuar sustentablemente con los diferentes públicos con que la empresa se relacionan y por lo tanto generando una especie de retroalimentación, en la cual todos terminan en una mejor situación, entonces estamos hablando de un tema que surge mucho antes de 1950, puntualmente, cuando Adams Smith postuló el concepto de la mano invisible atada a una teoría cuyo motor principal es el egoísmo de los individuos como fuerza de generación de valor. El segundo caso, es indudablemente una corriente que desde sus comienzos procura un mejor mundo para todos, un mundo altruista que culmina con desaparición de la brecha entre el óptimo social y el privado.
Me gustaría escuchar la opinión de otras personas respecto a cual de ambas corrientes o pensamientos consideran estar más alineada a la Responsabilidad Social Empresaria.

Tobias Bessone, AIESEC Córdoba

Tobias dijo...

Pido disculpas por no haber colocado comillas para el texto citado, había utilizado cursiva pero al copiar y pegar esta desapareció. El texto citado del Licenciado Legrand comienza en “Cuando hablamos de Liderazgo’…y finaliza con…. ‘la que la empresa u organización se relaciona”.
Tobias

Katiana! dijo...

Este es un buen espacio de reflexión para la temática. Comparto sus comentarios. Me alegra mucho que un miembro de otro comité de AIESEC pueda aportar su opinión para el proyecto en curso.
Fernando le agradecemos su participación. Resultaría obviedad decir que es muy interesante.
Ana Catalina Barreiro

Fernando Legrand dijo...

Gracias por todos los comentarios. Voy a ir respondiendo a todos aquí:

Florencia: aprovecho para hacer pública mi gratitud a tu ofrecimiento para escribir este post. Ya sabés que me gustó mucho hacerlo.
Y claro que "esa conciencia" debe extender hacia abajo. Aquí aún tenemos modelos muy verticalistas de poder (no sólo en los gobiernos, sino también en las empresas). Por eso si el CEO no entiende la importancia de ser "socialmente responsable", lo que se abajo debajo de él no tendrá suficiente dimensión.

Tobías: Gracias por tu comentario. La mentalidad con la que se encara ese proceso es muy variable. Creo que ni siquiera haciendo una encuesta entre ejecutivos podríamos obtener una visión realista.
Aunque sí se puede inferir el grado de compromiso cuando se los escucha hablar (con cierto entrenamiento, uno puede darse cuenta cuando le dicen algo retóricamente y cuando no).
También se ha aceptado que la RSE contribuya a un desarrollo económico de la compañía, o sea, que sea rentable ser responsable.
Particularmente, en un principio, no lo vi bien pero luego entendí que tal mal no estaba, siempre y cuando lo de "socialmente responsable" no sea una mera etiqueta.
Digamos que lo de las ganancias que puede generar la RSE no es (o no debería ser) el fin que se persigue, sino algo a lo que se llegará como "consecuencia de".
Lo ideal es que la RSE sea pensada a largo plazo. La empresa que programa una acción para salir del paso y mostrarla, no sirve. Sirve el que diseña una política de responsabilidad social.
Por último, creo que tu apreciación acerca de la teoría liberal de Smith no entra en la teoría de la Responsabilidad Social.
¿Por qué? Porque justamente lo que no hay es egoísmo. De hecho, la RSE fue confundida (y lamentablemente aún sigue siéndolo por algunos) con la filantropía, que es todo lo contrario al egoísmo.
De todos modos, comprendo el sentido en el que quisiste utilizar a Smith, pero digamos con un Milton Friedman tuvimos suficiente.

Ana: gracias también a vos por tus comentarios. Y de nada, uno tiene la responsabilidad de estar cuando lo llaman, sea de donde sea.

Facundo Gambini dijo...

Realmente es muy interesante que se genere este tipo de debates, de intercambios de ideas, en una tematica tan importante como es la responsabilidad social por parte de las empresas. Seria muy importante que nosotros como ciudadanos aportemos todo lo que podamos para que esto no sea simple filantropia o marketing de las empresas, donde esta perfecto que lleven adelante un negocio rentable, pero debiendo siempre retribuir a la sociedad y a su desarrollo sustentable.
Saludos y suerte con el Blog!

Juli dijo...

Felicitaciones por el artículo. Realmente de muy buena calidad.